Revista Tiempo de Paz 145 | LOS DERECHOS DE LOS MAYORES
Periodo: Verano 2022
El presente número de la revista Tiempo de Paz aborda múltiples desafíos derivados del envejecimiento. El ciclo de la vida empieza y acaba en momentos en que las personas estamos en situación de vulnerabilidad por razón de edad. Los niños, hasta la mayoría de edad tienen unos derechos y un régimen de protección. Las personas mayores hasta hace muy poco tiempo no eran vistos como un grupo de población que, en muchos casos, necesita el desarrollo progresivo de normas para que sus derechos, que son los mismos que los de las demás personas, sean realmente efectivos. Sus diferentes necesidades y situaciones exigen un desarrollo progresivo, que se ha dado en algunos ordenamientos internos, y que está en trance de desarrollo en el sistema universal. Es una cuestión que se plantea en todas las latitudes, siendo el sistema interamericano el normativamente más avanzado, con una convención de personas mayores cuyos avances y límites analiza muy bien Enrique Gomáriz, antiguo director de esta revista.
El consejo de Redacción seleccionó al Doctor José Manuel Ribera, uno de los mayores especialistas españoles, académico de la Real Academia de Medicina, que ha coordinado brillantemente este número. El resultado es muy útil por un lado, para la reflexión y la toma de conciencia y por otro, para servir de palanca para el desarrollo del Derecho y de las políticas públicas con respecto a las personas mayores.
La situación de las personas mayores es una cuestión socio-cultural y de valores. Socio cultural porque el bastón del anciano es venerado y respetado en algunas sociedades mientras que en otras, como sucede actualmente en occidente, se valora más la fuerza, la juventud y la belleza. El término edadismo, analizado por Rocío Fernández Ballesteros, catedrática emérita de Psicología y exdecana de la Facultad de la Universidad Autónoma, junto con Carmen Huici, de la misma Facultad, expresa un cierto menosprecio hacia los mayores. Utilizado desde 1969 por Robert Butler -primer presidente del Instituto nacional de envejecimiento de Estados Unidos-, y derivado del inglés age-ism, refleja el prejuicio que hay hacia los mayores mediante acciones, actitudes y creencias, y que se manifiesta de muchas maneras. La misma actitud o incluso peor es la que se ha dado históricamente y aún hoy con las personas con discapacidad, que también envejecen, y sobre las cuales hay que hacer un abordaje político, social y económico que de lugar a políticas públicas de respuesta adecuada, como analiza Luis Cayo Pérez Bueno, Presidente del CERMI.
Es también una cuestión cultural, de cómo la sociedad concibe a los mayores, como sabios o como obstáculos, o en otras actitudes en una gama amplia de colores. Es además y sobre todo una cuestión ética, que aborda el Académico de la Real Academia nacional de medicina, Diego Gracia, al considerar la distinción entre los valores instrumentales o técnicos, que se miden en unidades monetarias y los intrínsecos, que tienen valor por sí mismos. Así la amistad, la dignidad, la justicia, la solidaridad, que son los más importantes de la vida, y son los abuelos/as quienes mejor transmiten estos valores, pues están en una etapa de la vida en la que ya no se preocupan tanto por la riqueza económica.
Este número también es muy relevante desde la perspectiva jurídica, sobre la cual hay varias ponencias, desde la del médico Pedro Sabando, sobre el derecho a la salud y a la atención sanitaria, a la de Octavio Granado, que fue Secretario de Estado de la Seguridad Social entre 2004-11 y entre 2018-19-, sobre el derecho a pensiones y prestaciones dignas que deben llevar, considera, a reclamar nuevos ingresos, a que la edad de jubilación se flexibilice -según estilos de vida- y a que se valore más la capacidad que la incapacidad de las personas.
El número apuesta por una consideración de las personas mayores como titulares de derechos, como evidencian las ponencias de las profesoras de la universidad Carlos III, Carmen Barranco, Directora del Instituto de derechos humanos Peces-Barba) e Irene Vicente, Investigadora del Departamento de Derecho internacional, eclesiástico y filosofía del derecho, que estiman que sería necesario un convenio sobre derechos de las personas mayores, porque contribuiría a la “visibilidad de las violaciones que les afectan y a mejorar la respuesta de los Estados”. El derecho antidiscriminatorio permite considerar que las distinciones, exclusiones o restricciones basadas en la edad, que no están justificadas son vulneraciones de su derecho a la igualdad . O la intervención de Mariqueta Vázquez, Secretaria de envejecimiento activo del Partido socialista madrileño, que aborda la necesidad de que la diversidad de situaciones de las personas mayores (salud, nivel educativo, relaciones sociales, orientación sexual) se exprese en políticas (de movilidad, vivienda, servicios sanitarios). También la de María Saiz, que pone en valor la importancia de la educación y la cultura continuadas para abordar estos retos pues es algo benefactor para ellos y para combatir el edadismo con modelos y conductas slow life, favoreciendo una longevidad saludable con acciones vitales. Que las políticas de las personas mayores deben realizarse con un enfoque de derechos humanos, insiste y profundiza Pilar Rodríguez, Presidenta de la Fundación Pilares, y ex directora general del IMSERSO
En definitiva, creemos que se ha alcanzado el objetivo inicialmente previsto de abordar desde una perspectiva amplia, que permite visibilizar la problemática de las personas mayores desde un panorama interdisciplinar y centrad en un enfoque de derechos humanos y en la necesidad de desarrollos normativos y políticos adaptados a la realidad que vivimos.
Por último, en la sección de Documentación se publican las Recomendaciones del Informe de la Ponencia de estudio sobre el proceso de envejecimiento en España, constituida en la Comisión de Derechos Sociales en el Senado, que manifiestan la preocupación y las directrices de la política del Gobierno al respecto.