Este día, promovido por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca crear conciencia sobre un tema que, aunque a menudo se silencia, afecta a millones de personas en todo el mundo.
El suicidio es una de las principales causas de muerte a nivel global, y afecta a personas de todas las edades, géneros y trasfondos. Según la OMS, cada año, cerca de 700,000 personas pierden la vida por suicidio. Detrás de cada cifra hay una historia, un ser querido que ha enfrentado un profundo dolor y sufrimiento. Es crucial recordar que el suicidio es prevenible, y que existen estrategias efectivas para ayudar a quienes están en crisis.
El lema de este año se centra en «Crear esperanza a través de la acción». Se nos recuerda que cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia.
En este Día Mundial para la Prevención del Suicidio, recordemos que no estamos solos en esta lucha. Cada uno de nosotros puede ser un faro de esperanza para aquellos que atraviesan momentos difíciles. Al unir nuestras voces y acciones, podemos contribuir a un mundo donde cada vida sea valorada y cada persona tenga acceso a la ayuda que necesita.