«Durante los últimos años estamos presenciando el avance del feminismo en todos los niveles, y este 8 de marzo se realizaron huelgas y manifestaciones en ciudades de todo el planeta. Aun así, nos queda un largo camino por delante y se acercan tiempos complejos. Necesitamos nuestras políticas para garantizar la plena igualdad y los derechos de las mujeres, y una mayor sensibilidad social a los tipos de agresión que enfrentamos.
Si bien las mujeres son cada vez más conscientes de la discriminación estructural que sufrimos, a través de la movilización y la reivindicación de nuestros derechos, varios grupos en Europa y el mundo utilizan el discurso sexista como instrumento para desacreditarnos. Debemos, por nuestra parte, repetir incansablemente que el feminismo significa igualdad. Debemos seguir exigiendo nuestros plenos derechos, nuestro lugar en la sociedad y en la historia.
Las mujeres enfrentan todo tipo de violencia y discriminación en los seis continentes, que se presenta en diferentes formas y en muchos niveles: feminización de la pobreza, violencia sexual, esclavitud, trata de personas, ablación genital, matrimonio forzado, brecha salarial de género, techo de cristal, doble jornada laboral y un largo etcétera de violencia y discriminación que afecta la vida de millones de mujeres en todo el mundo. Es importante recordar que la mitad de la población del mundo es femenina.
Para enfrentar este flagelo profundo, necesitamos un compromiso político que fomente la inclusión de la perspectiva feminista tanto a nivel institucional como educativo. La participación de cada uno de nosotros, mujeres y hombres, en este cambio real, es primordial. Como sociedades, no podemos tolerar que una de cada tres mujeres en el mundo sea víctima de violencia de género, ni que en la Unión Europea la brecha salarial promedio entre los géneros sea de alrededor del 16%.
Por todas estas razones, en el Día Internacional de la Mujer enfrentaremos todos esos desafíos por nuestros derechos, por los derechos de las mujeres «sin voz», a quienes sus voces fueron usurpadas por ellas, por aquellas cuyo compromiso nos ha traído hasta ahora, porque los que ya no están aquí, para los que vendrán. 8 de marzo: por cada mujer y niña».
Francisca Sauquillo, SOLIDAR Presidenta